Homo sapiens albus
Nórdico blanco puro. Aquí, el sujeto tiene las cejas ligeramente levantadas. Cuando relajadas, los arcos superciliares del nordico-blanco forman una T con las líneas horizontales truncadas hacia abajo ligeramente (algo similar a la forma de una flecha apuntando hacia arriba).El término nórdido blanco o nórdico blanco se refiere a una variedad biológica humana (raza) o subespecie humana de acuerdo con la Teoría de linajes. Es una de las tres subespecies principales que conforman a la raza conocida ampliamente como caucasoide, junto a la nórdida roja y la arménida.
Recibe su nombre por el tono blanquecino generalizado que tiene tanto en su piel como en sus ojos y su cabello, además de haberse desarrollado en un clima extremadamente ártico de Europa.
De todas las razas o subespecies humanas originarias, la subespecie nórdida blanca es la que ha llegado a nuestros días con mayor cantidad de individuos puros, en parte porque es la raza más joven, y en parte porque históricamente demostró más racismo que otras razas. Aunque es muy difícil encontrar nórdido blancos puros, la mayor pureza y proporción se encuentra en el sur de Suecia y este de Noruega, y se corresponde, grosso modo, con la distribución del haplogrupo I1. Sin embargo, numéricamente, encontramos más sangre nordico-blanca en Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Holanda, Gran Bretaña, Alemania y algunos países del Este como Polonia, Bielorrusia, Rusia, Lituania, Ucrania y otros. Tales gentes proceden casi siempre de oleadas germánicas relativamente recientes, como los bárbaros, los anglosajones, los vikingos y los normandos.
Anatomía
Cráneo: Dolicocéfalo (largo visto de perfil, poca anchura, estrechez de sienes). Curvooccipitalia (occipital y parietal abombados hacia atrás). Esta subespecie ha desarrollado capacidad craneal hacia atrás y hacia adelante principalmente.
Perfil del rostro: No totalmente vertical (frente y mentón ligeramente retrasados) pero casi. Progresivo y recto (ortognato, ángulo facial abierto).
Frente: Recta, alta y bastante vertical pero no completamente.
Mandíbula y mentón: Mandíbula armoniosa y bien formada, mentón "puntiagudo". En general, barbilla entre la prominente de los nordico-rojos y la retraída de los arménidos, pero más cercana al modelo nordico-rojo.
Estatura: Muy alta.
Constitución: Esbelta, atlética. Hombros bien modelados, anchos y rectos. Cuello largo. Aunque se trata de un tipo físico "fino", tiene propensión a desarrollar musculatura bajo condiciones adecuadas de dieta y ejercicio.
Ojos: Gris-hielo, muy claros, casi blanquinosos. Los colores azul-celestes son mezclas entre el color gris-claro de los nordico-blancos y el color azul-oscuro de los nordico-rojos. El color ocular gris es más abundante en Finlandia, las naciones bálticas, Bielorrusia y la parte europea de Rusia, regiones en donde predomina el haplogrupo N1c1. Responden a unos niveles de melanina incluso más bajos que los ojos azules, y el fenómeno óptico que los hace parecer grises es el mismo que hace parecer un cielo nublado gris. Forma alargada. Insertados profundamente en el rostro debajo de unas cejas bajas, delgadas, moderadamente pobladas, dadoras de una expresión pensativa y audaz, y una mirada aguileña, penetrante e intensa. Pupilas grandes, distancia media-corta entre ojo y ojo. Cuencas oculares pequeñas. Arcos superciliares moderadamente marcados.
Nariz: Leptorrínica. Estrecha, recta, poco carnosa y armoniosa. Puente nasal alto. La clave de la nariz nordico-blanca es que su "raíz" se encuentra muy arriba, casi en la frente, y por lo tanto no tiene un "entreojo hundido" como en el caso de los nordico-rojos. La nariz nordico-blanca, de hecho, es la que se corresponde con el famoso "perfil griego" de las estatuas clásicas, salvo que éstas tienen una ligera dinarización manifestada en la inclinación de su frente y en un puente nasal algo más alto.
Orejas: Estrechas, "poco redondeadas". Lóbulo separado, no tan grande como la raza arménida.
Boca: Labios marcados y oscuros, pero finos y poco voluminosos. Surco naso-labial (la línea vertical que divide al bigote en dos) ancho, lo cual otorga a las puntas centrales del labio superior un aspecto separado y de expresión ligeramente "asqueada", al estilo de las estatuas clásicas.
Dentadura: Bastante recta, poca diferencia de forma entre dientes.
Cabello: Rubio-platino cercano al blanco, liso y fino. Tendente a aplastarse contra el cráneo.
Vello corporal: Del mismo color que el cabello, muy fino y poco abundante.
Piel: Blanca-marfil, limpia. Pálida en ausencia de bronceo. Niveles bajos tanto de eumelanina como de feomelanina, pero la subespecie nordico-blanca tiene el gen M1CR activo, y por tanto su piel es capaz de sintetizar melanina —es decir, esta subespecie, a diferencia de los nórdicos rojos, puede broncearse. Curiosamente, la imagen de un nordico-blanco bronceado, como signo de vida de curtimiento al aire libre, era la imagen predilecta en la propaganda del Tercer Reich, y es que lo que los nacionalsocialistas estaban intentando promover por instinto, aun sin los conocimientos modernos de genética, era fundamentalmente el tipo racial nórdido blanco. La subespecie nordico-blanca, pues, está adaptada tanto a dejar pasar la luz solar a su cuerpo (invierno, piel pálida) como a limitar su absorción (verano, bronceado), a diferencia de los nórdicos rojos, que por haber sufrido una selección ártica más severa (ellos serían realmente la subespecie "ultra-nórdica" por excelencia), se han adaptado perdiendo definitivamente la facultad de producir melanina.
Otros rasgos: Facciones faciales denotadoras de bondad, benevolencia y equilibrio. Neotenia: aspecto muy juvenil y fresco que se conserva hasta una edad muy avanzada (aunque no tanto como los nordico-rojos). Imagen pálida y "dorada" en general. Abundancia de mujeres atléticas y activas pero extraordinariamente femeninas, atractivas y de una gran belleza, lo cual se ha traducido en un altísimo éxito reproductivo de los linajes nordico-blancos maternos. La distribución de los nordico-blancos podría estar vagamente relacionada con el grupo sanguíneo A.
Psicología y espiritualidad
Su espiritualidad está relacionada con el Cielo. Culto a los ancestros y a los caídos en combate, a la guerra, a la virilidad y al fuego. Dioses de justicia, honor, guerra y orden. Aprecio por una vida corta y gloriosa finalizada por una mors triumphalis.
Se trata de una subespecie noble, armoniosa, serena, seria, paciente, equilibrada, marcial, ágil, honorable, disciplinada, honesta, eficaz y racista, pero también inocente, ingenua, demasiado "angelical" y "poco espabilada" en ciertos sentidos. Amor al honor, apego al orden, respeto a la autoridad y a la veteranía, gran vocación guerrera y militar, valor, altruismo, idealismo, fidelidad, heroísmo, autocontrol, disciplina, inteligencia y reflexión. Voluntad muy desarrollada: tendencia al ascetismo y al entrenamiento deportivo. Ansia por explorar.
También tiene una inocencia y una incapacidad absoluta para los "trapicheos", incluso para la diplomacia. De esta inocencia despreocupada proceden expresiones como "las rubias son tontas" o "hacerse el sueco". No es falta de inteligencia (puesto que el promedio de coeficiente intelectual de los países de mayor pureza o cantidad de genética nórdida blanca es de 106) sino una forma de ser "angelical", la que hace que estas gentes sean "poco espabiladas" en algunas cosas que tienen mucho que ver con la degeneración y vulgarización de la sociedad moderna, y que tipos raciales más oscuros, primitivos y menos evolucionados puedan aprovecharse de ellos. Es el mito del despreocupado y confiado Sigfrido y el arquetipo de la puñalada por la espalda.
Distribución
La subespecie nórdica blanca tiene sus núcleos fuertes en los países escandinavos (siendo el sur de Suecia el núcleo más puro), Norteamérica, Oceanía, Gran Bretaña, Holanda, Alemania y Polonia. Sin embargo, se encuentra distribuida en toda Europa y ambas Américas, Medio Oriente, el Sur y Centro de Asia, Siberia y el norte de África.
Nórdido blanco. Cráneo dolicocéfalo y curvoocipital.
Nótese la piel no pálida ni blanco-lechosa, ni tampoco sonrosada, sino más bien "dorada" en armonía con el pelo, apta para ser bronceada moderadamente sin quemarse. Frente alta y recta pero no del todo vertical. Al contrario de lo que sugiere su vestimenta, el ejemplo no es judío, ya que es un modelo que se ha tomado varias fotografías con atuendos litúrgicos de diversas confesiones religiosas.
Este tono ocular, gris muy claro, casi blanquinoso y cercano al color del hielo, es el propio de la subespecie nórdico blanca.
Linajes
La subespecie nórdica blanca está asociada a los linajes paternos (Y-DNA): I (I1, I1b, I2a, I2b, etc.). Se cree que existe la posibilidad de que los linajes I2 sean arménidos y no nordico-blancos. Sus linajes maternos (mtDNA) son U, K. No todos los sublinajes de U son nordico-blancos, se piensa que muchos de ellos (los más antiguos principalmente), podrían ser arménidos.
El linaje J plantea algunos interrogantes en cuanto a su adscripción a la raza arménida (verde); es posible que pertenezca a alguna raza pseudo-nórdica. Se piensa que quizás el I y el I2 podrían no ser nórdido blancos sino arménidos, no obstante esta hipótesis tiene un problema, pues si el Cromagnon ya tenía rasgos fundamentalmente nórdido blancos y era de un linaje IJ, no pudo tener descendientes arménidos. También se cree que cabe la posibilidad de que el I2b1 fuese nordico-rojo. El J podría haber pertenecido originariamente a una subespecie pseudo-roja, lo que supondría algún nexo entre ambas subespecies nórdicas.

Distribución de la genética nórdico-blanca por países. Oscuros los países con mayor cantidad o pureza de genética nórdico-blanca.
El árbol filogenético sugerido de la subespecie nórdico-blanca por el Y-DNA.
Distribución aproximada de los linajes paternos I en Europa. Fuente: Eupedia.com
Distribución del haplogrupo I1 (antes llamado I1a, correspondiéndose con tipos escandinavos como los vikingos o los normandos). Los antiguos portadores de este haplogrupo eran clanes cromagnon procedentes del núcleo franco-cántabro. Persiguiendo a los animales que seguían la retirada del hielo durante el Mesolítico post-magdaleniense, acabaron ocupando Escandinavia y el norte de Alemania, antes cubiertas por el hielo. Fuente: Eupedia.com
Distribución del haplogrupo I2a. Fuente: Eupedia.com
Distribución del linaje materno K en Europa
Origen e historia
Se cree que esta variedad surgió aproximadamente hace unos 40.000 años, cuando gran parte del norte de Europa estaba cubierto por los hielos. En aquella época, se habían acumulado bolsas de población en el sur de Europa (especialmente el refugio franco-cántabro y los Balcanes, pero también en menor medida Italia y Europa del Este), que quedaba libre de hielo. Procediendo de donde procede, llamamos a esta raza "nórdica" porque, durante la glaciación, las temperaturas eran muchísimo más bajas en todo el planeta. El Sahara era una zona fértil, mientras que el sur de Europa estaba bajo condiciones netamente árticas, muy similares a las que rigen ahora en el norte de Finlandia.
La genética de haplogrupos nos indica que los nordico-blancos —asociados a los haplogrupos I— mutaron, y por lo tanto, evolucionaron, a partir de antepasados probablemente arménidos. El linaje IJ (que apareció hace unos 40.000 años) se dividió dando lugar por un lado (Oriente Medio) a los haplogrupos J ("semitas"), y por otro (Europa) a los haplogrupos I, cuyo origen se sitúa hace 25-30.000 años.

Estos mapas nunca son totalmente exactos, ya que los glaciares y el nivel del mar fluctuaron con numerosos altibajos (no es lo mismo el máximo glacial que el principio de la glaciación), pero aun así nos hacemos una idea de cómo era Europa durante la glaciación de Würm. Los glaciares están señalados en blanco, pero hay que tener en cuenta que los terrenos nevados debían ser mucho mayores, especialmente en los inviernos, durante los cuales seguramente no había lugar de nuestro continente que se librase de la nieve.
No se sabe a ciencia cierta cuál fue el primer horizonte cultural propiamente Cromagnon, ya que aun existen dudas acerca de si el Gravetiense es neandertal. El Auriñaciense, en cambio, sí parece claramente Cromagnon. De todas formas, deberíamos guardarnos de conceder excesiva importancia a las culturas materiales. El simple hecho de utilizar una misma técnica para la fabricación de puntas de lanza (o posteriormente para la decoración de la cerámica) no convierte a todos en un mismo pueblo, sino que apunta a una difusión de conocimiento. Tomarlos por el mismo pueblo basándonos en piedras inanimadas sería el mismo error que considerar que, durante el Siglo XIX, los ingleses y los japoneses eran del mismo pueblo sólo porque habían adoptado el sistema tecnológico industrial.
Durante el periodo de máximo glacial (aproximadamente 23.000-17.000 años, según zonas) debió haber una mortandad muy alta, muchas comunidades se extinguirían, y no quedó rastro tanto del Gravetiense como del Auriñaciense. El horizonte cultural Solutrense sería la cultura por excelencia de estos duros milenios; demostrando el efecto exterminador del frío, el territorio solutrense sería mucho más reducido y también más meridional que el de sus predecesores. Además, la hipótesis Solutrense-Clovis postula que, durante el Solutrense, la costa noreste de Norteamérica fue colonizada por Cromagnon europeos, que navegaron a lo largo del borde del banco de hielo marino que conectaba Europa con Norteamérica.
Con el fin de la glaciación de Würm (10.000 AEC), los casquetes polares se derritieron retirándose al Norte, provocando un aumento del nivel del mar que inundó algunos territorios Cromagnon, especialmente en zonas cantábricas de Francia que ahora forman parte del lecho marítimo. En esta época de cambio climático, que marca el fin del Pleistoceno y el comienzo del Holoceno, los nórdicos blancos del sur de Francia, Bélgica y el sur de Alemania, asociados con el horizonte lítico del Magdaleniense, se desplazaron también al Norte (como cazadores, persiguiendo a las manadas de animales adaptados al frío, pero quizás también huyendo de las inundaciones), atravesando Francia y acumulándose principalmente en Holanda, Dinamarca, la Península Escandinava (que estuvo unida al resto del continente hasta el año 8.000 AEC como poco), la llanura germano-polaca y la cuenca del Báltico, así como penetrando gradualmente en las actuales Bielorrusia, Ucrania y Rusia. También se pobló Gran Bretaña, que a diferencia de Irlanda, permaneció unida al continente hasta después de la penetración neolítica. En estos espacios se desarrolló la cultura mesolítica del Maglemoisiense, que con el tiempo sería sucedida por la cultura de Fosna-Hensbacka, la de Kongemose, el Ertebøliense y las culturas de Nøstvet y Lihult, Cerámica Agujereada (ésta todavía cazadora-recolectora) y Vasos de Embudo (ya neolítica). Se trata de sociedades de vocación claramente marítima, dedicadas principalmente a la navegación, la pesca, la caza (especialmente de mamíferos marinos) y la recolección, y precursoras en muchos sentidos de las muy posteriores sociedades vikingas. Algunos estudios lingüísticos muy convincentes (como "Los indoeuropeos", de Adriano Romualdi) demuestran que la llanura germano-polaca debería considerarse el hogar originario o Urheimat de los idiomas indoeuropeos.
Seguramente quedaron algunas comunidades en los territorios ancestrales del Sur, que serían protagonistas de otros horizontes mesolíticos (entre el Paleolítico y el Neolítico) como el Aziliense, el Asturiense, el Complejo Geométrico, el Tardenoisiense, el Castelnoviense o el Sauveteriense. Algo parecido debió suceder en los Balcanes. Aun no está claro si la posterior cultura megalítica se debe a estos pueblos residuales nordico-blancos, a los nuevos invasores nordico-rojos que llegarían en torno al Neolítico (opción acaso más probable, ya que existen precedentes orientales como el de Gobekli Tepe), o a ambos.
Tras una mezcla con elementos nordico-rojos (cosa que explicaría el predominio del haplogrupo R1a en las zonas sujetas a las invasiones iranias) y en menor medida arménidos durante el Neolítico y la edad de los metales, la raza NB estará presente en las grandes invasiones indoeuropeas y en la expansión de las culturas patriarcales, agresivas, guerreras, solares y "olímpicas". Como reducto de la herencia genética cazadora-recolectora europea originaria, quedó la bolsa nordico-blanca de Germania y Escandinavia (sin contar comunidades en otros lugares, como los Balcanes, Noráfrica o las Islas Canarias), en la que el tipo humano Cromagnon permaneció esencialmente idéntico hasta tiempos relativamente recientes. Aceptamos que los germanos de la época romana todavía se correspondían con un tipo nordico-blanco puro o casi puro, ya que según Tácito:
Yo soy de la opinión de los que entienden que los germanos nunca se juntaron en casamientos con otras naciones, y que son una raza pura y no mezclada, sellada con un carácter propio y sin parecerse sino a sí mismos. De donde procede que un número tan grande de gente tienen casi todos la misma disposición y talle, los ojos azules y severos, los cabellos rubios, los cuerpos grandes y fuertes solamente para el primer ímpetu.
—"Germania", IV.
Los descendientes de estos individuos se cruzaron con la raza nordico-roja y con arménidos (y, en menor medida, también con mongólidos y cónguidos), dando lugar a la población germánica moderna, predominantemente "castaña". Hoy en día no quedan núcleos de sangre nordico-blanca que se mantengan 100% puros. La única salida en este sentido sería la biotecnología, la biopolítica, la ingeniería biosocial y genética, y un programa de eugenesia positiva para rescatar la información hereditaria que permanece, oculta y mal combinada, en el pozo genético de la "raza blanca" moderna.
Implicaciones de la desglaciación
Sabemos que hace unos 12.000 años, terminó la edad de hielo, el Pleistoceno dejó paso al Holoceno y el Paleolítico dejó paso al Mesolítico. Sin embargo, el deshielo no tuvo como único efecto el desplazamiento de los NB a latitudes más septentrionales, sino que propició toda una serie de cambios que presagiaban la llegada de la civilización.
Para empezar, el cambio climático sacó a los nordico-blancos del entorno para el cual estaban adaptados. Aunque se desplazaron hacia el norte de Europa, ya no volvería a ser ese paisaje de estepas, tundras y llanuras gélidas que habían conocido, sino que se trataría ya de una zona densamente boscosa, de temperaturas más suaves. La fauna, asimismo, cambió: se extinguieron los mamuts y la megafauna fue sustituida por una fauna más pequeña (ciervos, jabalíes, liebres, etc.) y con una capa de grasa muy modesta. Asimismo, con la sustitución del hielo por bosques boreales, aumentó enormemente la oferta de productos de origen vegetal. Ello implica que a su vez aumentó el papel de la recolección (asociado a la mujer) y disminuyó el prestigio y la dependencia de la caza (asociada al hombre). La combinación de cambio climático, cambio alimenticio y estilo de vida tuvo que tener un pronunciado efecto metabólico y también psicológico. Esto puso punto final al durísimo mundo paleolítico, aumentó la feminización social y predispuso a las comunidades a la llegada de formas herbívoras y masificadas de vida social.
A pesar de este proceso, la caza se mantuvo hasta hace bien poco como tradición en el seno de las élites sociales. El historial posterior de las tribus indoeuropeas (muy notable el caso relativamente reciente de los vikingos), así como la omnipresencia de divinidades cazadoras, demuestra que la depredación aun estaba firmemente arraigada en la psique de estas etnias.

Arte germánico representando fenotipos NB
Mujer con rasgos claramente NB
El individuo actual NB más puro conocido, de perfil se aprecia el puente nasal alto, frente ligeramente inclinada y mentón recto.
Individuo con fuerte herencia NB
Los NB se podían broncear y adquirir un tono dorado oscuro incluso, eran más tolerantes al sol que otras subespecies nórdicas como los NR o los neandertales del norte.
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